Sin duda el Real Madrid es uno de los equipos que uno tiene que amar u odiar, y eso lo identifiqué desde el momento en que me convertí en fanática al ver las grandes contrataciones que se realizaron durante la época de “Los Galácticos”. El Madrid, el club con más historia dentro de España y el que ha dominado Europa durante la última década.
Siendo una niña, pude darme cuenta de la grandeza del club, pero no fue hasta aquella noche mágica en Lisboa durante el año 2014, cuando el equipo conquistó la famosa Décima Champions que logré dimensionar lo que realmente representa este escudo.
El Real Madrid y la Champions League tienen una relación idílica, si bien durante esta temporada también se logró conquistar el título doméstico – esto en parte gracias al gran manejo del plantel que realizó Ancelotti durante los últimos meses y el terrible juego del Barcelona y de otros equipos dentro de La Liga que no aprovecharon al inicio del año –, lo que ha sucedido durante las eliminatorias en la Champions ha sido algo de otro mundo. Se habla de una mística especial que envuelve a esta relación deportiva, aunque en muchas ocasiones incluso parecería que se tiene algún pacto con una energía superior.
El equipo español llegó como “víctima” a las etapas finales de la Champions, después de pasar por una fase de grupos en la que incluso algunos fanáticos llegamos a dudar de lo que se pudiera hacer tras la derrota frente al Sheriff, catalogada como una de las más grandes sorpresas en la historia del deporte. Después de pasar la fase de grupos con relativa facilidad, los merengues se enfrentaron a un PSG que por un año más, tenía como misión número uno ganar una orejona.
Ahí fue cuando pudimos ver la magia. Después de perder en la ida un gol a cero, el equipo logró recomponer el camino en casa, anotando 3 goles y dejando al equipo parisino fuera una vez más; de esta forma uno de los monstruos acababa de ser domado gracias al buen planteamiento de Ancelotti y a la increíble temporada que ha tenido Karim Benzema, la cual se vio reafirmada con un triplete durante ese partido.
Al ganar al PSG, sabíamos que el Madrid ya no tendría excusas al enfrentar al resto de los equipos contendientes. A todos se les había vencido en estas instancias, sin importar si se pusieran enfrente un Guardiola, un Klopp o un Tuchel.
¿Cuál sería el próximo rival?, pues el destino puso en frente al actual Campeón de Europa, al Chelsea que si bien tenía problemas extra cancha, cuenta con jugadores elite que sin duda podían representar un problema para los blancos. Durante la ida de los Cuartos de Final pudimos ver a un Real Madrid dominante, apabullando a los Blues en Stamford Bridge, aunque durante la vuelta las cosas se complicaron bastante en el Bernabéu cuando el Chelsea anotó 3 goles sin respuesta… hasta que llegaron Rodrygo y Benzema de nuevo para definir una eliminatoria que se complicó, literalmente, hasta el último minuto.
El Manchester City representaba quizá al obstáculo más grande dentro del camino, y eso todos lo sabíamos. Guardiola continúa cargando la presión de no conseguir una Champions para los citizens y parecía determinado a lograrlo este año; durante el primer juego tuvimos un festín de goles con una dinámica de ida y vuelta que nos regaló uno de los mejores partidos de la temporada y nos recordó porqué amamos la Champions. En la vuelta, el Madrid de nuevo mató a un City que estaba confiado de su resultado hasta el minuto 95 cuando Benzema, una vez más, fue el factor mágico y determinante para alargar la eliminatoria, la cual fue definida por un penal y por dos goles de Rodrygo que le inyectaron vida al madridismo.
Ahora, para ganar la Catorce tenemos frente a un Liverpool que tiene muchas ganas de vengarse de lo que fue la final del 2018, cuando por algunos errores de los Reds y grandes jugadas de la delantera del Madrid, se les arrebató la orejona en Kiev.
Así que cuando recapitulamos y hablamos de lo que es realmente el ADN Real Madrid, podemos estar de acuerdo en que es algo que no se puede explicar y que los rivales inclusive ya toman en cuenta y que les puede llegar a afectar mentalmente. Este juego emocional en el que el Madrid realmente es protagonista dentro de un fútbol que cada vez está más dominado por los “billetazos” y por los bombazos, pero que no puede terminar de competir con la historia y con la mística.
¿Será que este ADN Real Madrid será factor en la final de París? Creo que si bien no será sencillo, nunca está de más confiar en la suerte y en que los fantasmas de Kiev podrían regresar por el equipo inglés; en este partido el Liverpool y Klopp buscan venganza con sus grandes armas ofensivas, mientras que el Madrid busca continuar haciendo historia como la leyenda más grande del fútbol en Europa.
Final Champions League 2021 – 2022
París, Francia. 28 de Mayo, 2022